Esta semana hemos vivido uno de los acontecimientos mas terribles que se recuerdan, atónitos asistimos el martes a un ataque terrorista contra los centro de poder y económicos de EEUU, la televisión nos acerca la guerra a la sala de estar y asistimos sin pestañear y con el zapping como aliado a una corriente de imágenes servidas en bandeja por las principales cadenas Norteamericanas.
A parte de la crudeza de las imágenes de por sí, como aficionados y profesionales del sector audivisual, debemos de pensar que asistimos a una nueva forma de guerra, donde ya vimos trazos en la guerra del golfo, ¿Realmente vemos lo que esta sucediendo o lo que las cadenas con la complicidad de los gobiernos quieren que veamos? .
Las nuevas formas de guerra del siglo XXI, a parte de luchar contra enemigos invisibles, se desarrolla parte a través de los medios, ¿ Nos informamos o nos desinformamos cuando vemos las cadenas de televisión norteamericana? en estas guerras donde la sangre es vetada en pantalla, y asistimos a montajes casi cinematográficos, cogidos desde distintos planos de un avión en colisión contra las torres gemelas. Mostrándonos una y otra vez los mismos planos del mismo hombre ensangrentado o de esos niños palestinos celebrando el atentado en Jerusalén.
No quiero decir que debemos buscar el morbo de la imágenes con sangre, por respeto a las víctimas y sus familiares, ya se encargaran los buitres de la telebasura de rescatarlas cuando las sensibilidades actuales vayan desapareciendo de la conciencia colectiva.